Problemas de lectura de códigos de etiquetas
Los códigos de barras son parte fundamental de la utilidad del etiquetado, pues en un recuadro condensan información valiosa sobre remitentes, destinatarios y permiten el rastreo en tiempo real de los paquetes.
Pero, ¿qué sucede cuando se presentan problemas para leer los códigos de barras o cuando pese a muchos intentos, no se escanean con éxito? Sigue leyendo, te diremos por qué ocurren estos inconvenientes y cómo puedes solucionarlos.
- Etiquetas mal colocadas: Lo primero que debes verificar cuando te enfrentes a una falla de lectura de código, es la colocación de la etiqueta. Por ejemplo, un código puesto alrededor de la circunferencia de un tubo de 15 ml, ¿Podría escanearse con un lector? No. No hay forma de que el láser que emite el escáner pueda leer todas las líneas del código de barras si está envuelto alrededor de una forma circular. Desafortunadamente, la mayoría de las fallas están relacionadas con acciones de este tipo, por lo que, aunque tedioso y/o desagradable, el primer paso ante un problema debe ser verificar este tema primordial: Que la etiqueta esté bien colocada. La mejor manera de evitar que el problema se repita con frecuencia es establecer un protocolo operativo, o bien, la metodología adecuada para cada paquete que requiera etiquetado, incluido el tipo de etiqueta, el código de barras y la ubicación del engomado.
- Mala posición del escáner: Similar al primer punto, un manejo inadecuado o deficiente del escáner puede impedir la lectura. Por ejemplo, el código de barras puede estar demasiado cerca o demasiado lejos del escáner, según la distancia focal óptima del dispositivo. El código de barras puede estar ubicado en un ángulo pobre en relación con el escáner. Además, montar un escáner perpendicularmente al código de barras puede causar una reflexión especular, donde la luz se refleja directamente en el escáner, cegándolo a la señal del código de barras. Para solucionar este problema, puedes optar por lectores con enfoque automático incorporado, ya que éstps pueden ajustarse a un rango de distancias, ángulos y orientaciones de códigos de barras variables. El empleo de generadores de imágenes de códigos de barras en lugar de lectores de códigos de barras, que usan cámaras para leer imágenes de códigos en lugar de la señal del láser reflectante, también puede ser útil, ya que son menos propensos a sufrir interferencias del láser reflectante y pueden leer códigos de barras sin importar la orientación.
- Códigos de barras/etiquetas dañados: Durante su manejo, los códigos de barras pueden estar expuestos a muchas condiciones adversas, como temperaturas extremas y la exposición a productos químicos. Esto aumenta la probabilidad de que la impresión del código se moje, sufra manchas, arañazos, arrugas o se desvanezca, haciéndose ilegible. La solución para estos casos es más bien, la prevención. Todo inicia con la elección de la etiqueta correcta, de un material adecuado. Esto no sólo asegurará que el engomado permanezca adherido a su contenedor, sino que también evitará que la etiqueta y el código de barras se dañen cuando se enfrenten a entornos hostiles. Recuerda que siempre es mejor prevenir que lamentar, especialmente cuando se trata de etiquetas dañadas físicamente, las cuales pueden provocar que los paquetes se pierdan o se retrasen hasta que sean reclamados por un destinatario molesto ante las demoras. Ojo: La prevención también aplica respecto a los trabajos de impresión. No todos los tipos de impresiones protegen sus códigos de barras. Las impresoras de transferencia térmica brindan a las etiquetas una mayor resistencia a las temperaturas extremas, así como a los solventes orgánicos y otras sustancias químicas a las que podrían estar expuestas, garantizando que los códigos de barras no se manchen ni se desvanezcan con el tiempo, por lo que optar por estos dispositivos es una excelente idea.
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