Aplicación de transferencia térmica en la industria farmacéutica
A diferencia del ámbito industrial y comercial en general; es decir, de almacenes y supermercados, la industria farmacéutica tiene necesidades especiales respecto al etiquetado de sus productos. Las instrucciones en braille, los cortes especiales y etiquetas de folleto extra gruesas, así como una impresión resistente ante la convivencia con agentes de limpieza químicos y otros productos que contienen alcohol, son algunos ejemplos de dichas necesidades.
Las marcas táctiles para advertir sobre la dosis, contraindicaciones y el uso adecuado de los medicamentos son indispensables para que quienes viven con debilidad visual o ceguera, puedan informarse antes de ingerirlos. En estos casos, es imprescindible que los frascos y cajas cuenten con una impresión en braille, misma que debe ser añadida sobre la etiqueta principal.
Por su parte, las etiquetas de los folletos son necesarias para incluir varios idiomas en medicinas de distribución internacional, y pueden presentarse en distintos formatos, como el de pelar y revelar o plegables, que puede incluir hasta 5 pequeñas páginas.
Otra característica sobresaliente del etiquetado para productos farmacéuticos, es que las etiquetas deben ser evidentes; es decir, lo suficientemente claras y resistentes como para demostrar al consumidor, al momento de la compra, que la caja no ha sido abierta. Para esto es necesario emplear un material de etiqueta especial que se rompe cuando la caja se abre, que puede consistir en una etiqueta cortada con un troquel especial que se rasga cuando se abre.
Como hemos visto, la calidad y la trazabilidad de los materiales son fundamentales para elaborar etiquetas farmacéuticas confiables y eficientes y, aunque suene redundante, en la actualidad la tecnología más eficaz para la impresión de etiquetas es la transferencia térmica.
Las impresoras de transferencia térmica son rápidas, capaces de imprimir en etiquetas individuales de diferentes tamaños y lo suficientemente confiables para imprimir grandes volúmenes, incluso si trabajan durante las 24 horas del día. A diferencia de las impresoras láser, las impresoras térmicas de etiquetas funcionan con una amplia gama de materiales, incluidos el papel y el plástico, por lo que pueden adaptarse a las necesidades de cada producto.
Sin importar si se trata de etiquetas desplegables o de folleto, leyendas con símbolos o pequeños sellos de calidad, la técnica de transferencia térmica es la mejor opción para etiquetar cumpliendo los estándares de calidad y las regulaciones sanitarias que exige el ámbito farmacéutico.
Además de cubrir los requerimientos especiales del producto, imprimir etiquetas con códigos de barras para los medicamentos facilita también las operaciones internas de la farmacéutica, ayudándoles a ser más eficientes y precisos en el manejo de su inventario.
Configurar o modificar los sistemas de etiquetado en una empresa farmacéutica puede llevar mucho tiempo y parecer tedioso. Aunque sí requiere la inversión de varias horas, pues es necesario compilar y probar una lista completa y detallada de especificaciones y pruebas, hacerlo es altamente recomendable, ya que una vez puesto en marcha bastará poco tiempo para disfrutar sus beneficios.
Encuentra aquí el mejor ribbon de cera